UN FENÓMENO SOCIAL CREADO POR LA TV
A lo largo de mi corta vida eh sufrido y eh padecido a un cierto perfil de persona que está conformada por una mezcla entre lo bizarro y las ganas de hacerse “conocido”. Más que de hacerse conocido de que lo reconozcan por la calle, ir a los canales y repetir un mensaje sin sentido y nefasto que algunos medios utilizan solo para reproducirlo y hacer pantalla a algo que no desean mostrar o no quieren darle la trascendencia necesaria.
Con esta pequeñas líneas estoy seguro que están pensando en el último ser que nos dio los medios de comunicación: el gigoló. Una persona que se presenta como guapo, poderoso, con un nivel adquisitivo alto y un nombre que no concuerda con lo que en realidad sería, que si vamos a su conformación no sabemos bien que es. No sabemos cuando miente y cuando no, lo único que importa es reproducirlo. Tapar y dar datos de “los nuevos tips”, de que se filtraron fotos o de que contestó algún tweet, para quitarle transcendencia y darle una importancia a algún tan minúsculo en cuanto a relevancia.
Lo que más me indigna es que si ahora les preguntará que hizo para que hoy todos los conozcan o por que empezó a resonar su nombre, más de uno no me lo sabría contestar. Este espécimen se creo gracias a la estafa de varias mujeres, pero saltó a “la fama” – término que le gusta leer a muchas personas, pero en realidad es solo que salió en la tele- por haber robado plata a la hermana del artista Flavio Mendoza.
Se sigue reproduciendo ese apodo: Gigoló, al que se le atribuyó por vivir de las mujeres. Sí, es un vividor que no marca nada positivo dentro de un contexto social como para figurar más de una vez en los títulos de noticieros. Y ahí es donde radica el real problema.
Este conflicto entre lo que la gente ve y reproduce marca una realidad que se vive en Argentina y en todo el mundo desde la invención de la televisión. Sin este hermoso aparato –al cual si no lo hubieran creado no se que haríamos- la sociedad podría haber mantenido una línea más al margen de estos fenómenos sociales. O eso es a título personal, ya que por ahí los diarios no se hubieran desvirtuado tanto y publicar datos sin tener algún chequeo previo o por lo menos alguna jerarquización.
Lo que si marcó Pier Bordiue, sociólogo francés, es algo lógico y cierto: la sociedad es altamente influenciada por la tele. Este aparato que cambió de blanco y negro a color, de gordo a flaco, de 2D a 3D, modificó una estructura de la sociedad en la que el ciudadano estaba acostumbrado a leer dos veces al día el diario, el matutino y el vespertino, a solo leerlo una vez por semana o hasta ninguna en muchos casos.
La televisión dividió una etapa, que junto con los periodistas, desvirtúan el mensaje para sus intereses económicos. Además de modificar, dejaron de ser el puente entre la noticia y el receptor del mensaje en la que muchos que ejercen la profesión quieren ser los “famosos”.
Bordiue indicó los puntos negativos que tienen los medios en los que pueden crean, seleccionar y cambiar un mensaje, para que se entienda diferente y no siendo realmente objetivo, como deberían ser.
Con esto intento explicar que los medios de comunicación tienen la culpa de que hoy niños de 7 años conozcan y reproduzcan la palabra “gigoló”. Algo que no estaría mal, pero me parece que debería aprender quien es su presidente, o sin ir más lejos, quien es su directora o secretaria del colegio al cual asiste, que creo que no todos lo conocen.
También la televisión es culpable de lo positivo que puede provocar una persona como Lizy Tagliani, una transexual, pueda formarse personal y artísticamente. Hacerse lucir y sobre salir por su lucha día a día en una sociedad que todavía no logra adaptarse del todo a estos cambios como el lesbianismo, parejas hétero, etc. Algo que representa mucho para la igualdad de genero, lo cual se esta peleando para ser reconocidas y que cada vez más personas puedan definir lo que realmente son y quieren ser.
Nanton Alvaro